En esta tercera entrega veremos cuál es el enfoque de la famosa PNL.

Programación Neurolingüística

La PNL (Programación Neurolingüística) es un modelo sobre cómo las personas estructuran sus experiencias en la vida, sobre cómo se organiza el pensamiento y la comunicación en los seres humanos.

El término neuro- se refiere a que todo comportamiento procede de los procesos neurológicos de la vista, oído, olfato, gusto, tacto y sentimientos. Entramos en contacto con el mundo a través de los órganos de los sentidos. Nuestra neurología cubre no sólo los procesos de pensamiento, sino también nuestras reacciones fisiológicas visibles frente a los acontecimientos externos y las propias ideas.

La lingüística se refiere a que utilizamos el lenguaje para ordenar nuestros pensamientos y conducta, y por supuesto, para comunicarnos con los demás.

Programación hace referencia a las formas que elegimos para ordenar y organizar nuestras ideas y acciones con el fin de producir unos determinados resultados.

La PNL trata, pues, de cómo las personas estructuran su experiencia subjetiva. Además analiza cómo describimos esa experiencia con el lenguaje y cómo reaccionamos, voluntaria o involuntariamente, ante los acontecimientos de la vida.

Un término utilizado en PNL es el concepto de mapa: sea como sea el mundo exterior utilizamos los sentidos para explorarlo y analizarlo. Pero el mundo es tan complejo que para darle sentido tenemos que simplificarlo. Cada uno de nosotros vive en su realidad única y actuamos de acuerdo a lo que percibimos, es decir, cada uno de nosotros tenemos nuestro mapa, un modelo particular de leer el mundo.

Estos mapas son selectivos, seleccionan determinada información para poder explorar el mundo. Pero el mapa no es el territorio. La realidad siempre es más rica que las ideas que tenemos sobre ella. Por lo tanto, los filtros que ponemos en nuestras percepciones determinaran en qué clase de mundo vivimos.

El lenguaje es uno de nuestros principales filtros. El lenguaje es un mapa de nuestros pensamientos y experiencias: una misma palabra tiene significados distintos para dos personas diferentes. Cada una de ellas tendrá experiencias, recuerdos, imágenes internas, sonidos y sentimientos que harán que cada una de ellas piense en esa palabra de forma distinta.

Otra idea central en PNL son los sistemas representativos: Utilizamos nuestros sentidos externamente para percibir el mundo, e internamente para “re-presentarnos” la experiencia a nosotros mismos. En PNL las formas en que recogemos, almacenamos y codificamos la información en nuestra mente (ver, oír, sentir, gustar y oler) se conocen con el nombre de sistemas representativos.

El sistema visual (V) puede ser usado externamente cuando miramos el mundo exterior, o internamente cuando estamos visualizando con la mente. El sistema auditivo (A) se usa cuando escuchamos sonidos externos o internos (por ejemplo cuando usamos el diálogo interno). El sentido del tacto se llama sistema Kinestésico (K) e incluye sensaciones táctiles como el tacto, la temperatura y la humedad.

Los sistemas visual, auditivo y Kinestésico son los sistemas representativos primarios empleados en la cultura occidental. Los sentidos del gusto y el olfato no son tan importantes y suelen incluirse en el sentido Kinestésico.

Lo interesante de esta clasificación es que como utilizamos el lenguaje para describir y comunicar nuestros pensamientos, las palabras que usamos reflejan nuestra manera de pensar.

Por otro lado la utilización de los sistemas representativos ayudará al cliente a llevar información a su pensamiento consciente y situarse en un futuro deseado.