Nuestra filosofía de trabajo

Nos hemos preguntado: ¿cómo impartir una formación que tenga un impacto real?

La formación de alto rendimiento es un vehículo de mayor alcance que la formación tradicional. Las emociones, recuerdos y razonamientos se impregnan en el oyente dejando una huella en su memoria y añadiendo vías de acceso a la recuperación del mensaje.

El objetivo es lograr que cada uno de los interlocutores resuene activamente desde su propia personalidad, acorde a sus propias experiencias y capacidad de comprensión de lo que está escuchando o sintiendo.

¿Cómo es posible lograr tal variedad de respuestas?

Digamos que la formación de alto rendimiento «pone la pelota en el campo» de quien aprende.

La formación de alto rendimiento hace un cóctel entre los datos, hechos o pensamientos que queremos transmitir «sembrando un símbolo» a nivel subconsciente. El subconsciente «disecciona el símbolo» soltándolo del corsé propio de la formación tradicional y obliga al receptor a descifrar, ordenar y entender su significado haciendo uso de sus herramientas internas.

Al movilizar sus recursos para interactuar con lo aprendido, la formación pasa a ser una formación interactiva en lugar de pasiva. Al haber tenido que movilizar recursos múltiples (experiencias, recuerdos, razonamientos, sensibilidad, imaginación y creatividad) quedarán rastros de lo escuchado en muy distintos campos del cerebro-archivo (subconsciente).

Para lograr estas metas confeccionamos formaciones sencillas, estimulantes y efectivas

SENCILLAS

Porque al subconsciente le gustan las cosas sencillas.
«No se trata de aumentar cada día, sino de disminuir cada día. Cultivarse a uno mismo culmina siempre en la simplicidad«- Bruce Lee

ESTIMULANTES

Porque empleamos «llaves» que permiten dejar rastros de lo escuchado a nivel subconsciente.

EFECTIVAS

Porque provocan cambios siempre positivos y a menudo asombrosos

Aplicable a cualquier área de desarrollo, a medida y flexible