La vida empresarial es una lucha continua entre lo que ocurre fuera (los hechos) y lo que nos ocurre en el interior (pensamientos, creencias y emociones). Por eso, el desarrollo de nuestras capacidades internas permite hacer frente a cualquier circunstancia y adversidad, incluso en los momentos de mayor dificultad.
El factor más importante de la ecuación del alto rendimiento son las personas y su desarrollo personal. Los tres vértices del triángulo del alto rendimiento son: diálogo interno, gestión emocional y creencias.
- Conoce tu diálogo interno
¿Prestamos atención a lo que nos decimos? Conocer y gestionar nuestros pensamientos automáticos, es una de las claves del alto rendimiento. Como decía el fallecido Tom Andersen (profesor, escritor y psiquiatra Noruego) el lenguaje no es inocente.
- Gestiona tus emociones
¿para qué sirven las emociones? ¿qué nos aportan?¿son todas verdaderas? ¿qué es inteligencia emocional?
- Cuestiona tus creencias
Las creencias son las normas de tu vida, las reglas según las cuales vive. Estas normas pueden ser trampolines para lograr tus objetivos o trampas que los hagan imposibles. ¿Has revisado tus creencias? ¿las has cuestionado? No se trata de demostrar que sean falsas o verdaderas, sino de obtener información sobre ellas.
Y, ¿cómo es posible construir un «interior» más fuerte para operar en alto rendimiento?
La conclusión es obvia: invierte en tu desarrollo personal. Mientras tanto, Ramón Luengo, nuestro responsable de formación y desarrollo, irá publicando una serie de post con los últimos enfoques de la psicología y la neurociencia y su aplicación al entorno empresarial.